Pamukkale y Hierápolis

Por la mañana, dejará Esmirna y se dirigirá a Pamukkale. Este asombroso lugar es un hermoso y espectacular sitio natural, único en el mundo con sus deslumbrantes cascadas blancas de cal petrificada que parecen estar sacadas de un cuento de hadas. Allí podrá ver las aguas termales repletas de sal calcárea descendiendo por el lado de la montaña que ha creado esta formación natural de estalactitas, cataratas y cuencas. Las aguas termales se han utilizado desde la época romana por sus poderes terapéuticos.
A continuación, visitará la ciudad romana de Hierápolis, que no se encuentra sobre tierra ni roca, sino sobre sólidas capas de cal formadas por el agua caliza que durante siglos ha pasado sobre esta meseta. El nombre significa "ciudad sagrada" y, de acuerdo con Stephanus de Bizancio, la ciudad recibió este nombre debido al gran número de templos que contiene.
Mientras que este aquí, visitará el Templo de Apolo, que compite con Delfos, Ninfeo (basílica monumental del siglo IV) y el Teatro. Tras visitar la necrópolis mejor conservada, regresará a Esmirna.