Excursión subterránea: Desde la Ciudad de David al Muro Occidental

Mientras que la ciudad moderna de Jerusalén goza de bullicio sobre la tierra, bajo tierra, se redescubre la antigua ciudad de Jerusalén, poco a poco. La Ciudad de David, ubicada fuera de los muros del casco antiguo, es cientos de años anterior al casco antiguo. Con tan solo 4,45 hectáreas (11 acres), no es sorprendente que el lugar de nacimiento de Jerusalén sea uno de los lugares más ampliamente excavados en esta región.

La visita guiada comienza en la Ciudad de David, en un mirador que permite una vista panorámica de los alrededores. Con el casco antiguo y el Monte del Templo al norte, el Monte de los Olivos hacia el este, la Ciudad de David se extiende ante nosotros al sur, y el Monte de Sión al oeste. Se ofrece una breve explicación sobre el lugar y qué se puede esperar de él.

La primera parada es una excavación que muy bien podría ser el sitio de Palacio del rey David. Las excavaciones arqueológicas revelaron piedra de cimientos del siglo X AC, el período en el que vivió y gobernó el rey David. Las bullas, se encontraron impresiones de sellos en arcilla con nombres hebreos de la Biblia, así como una torre que formaba parte de la muralla de la ciudad durante los días de Nehemías, que vivió durante el período del Segundo Templo.

A continuación está la Excavación del aparcamiento Givati que, como su nombre indica, solía ser un aparcamiento, antes de pasar a ser la mayor excavación arqueológica en Jerusalén. Un sistema de plataformas permite a los visitantes ver la excavación bajo sus pies, que todavía sigue en activo. Los descubrimientos abarcan muchas edades, descubriendo capas de la vida en la ciudad desde la época del Primer Templo hasta la época islámica. El guía le proporcionará una visión actualizada de los descubrimientos realizados en el sitio.

El recorrido continúa bajo tierra, por un túnel de drenaje de agua que recogía agua de lluvia y la canalizaba fuera de la ciudad. Junto al túnel hay un camino que fue la arteria principal de Jerusalén durante el período del Segundo Templo. Construido por Herodes el Grande, el túnel también sirvió de refugio para los judíos que trataban de escapar de los romanos. En su interior, se han encontrado numerosos utensilios que narran la historia de Jerusalén y su destrucción. El punto culminante de la visita está al final, mientras se contemplan las impresionantes piedras de los cimientos del Monte del Templo, ocultas durante miles de años.

Salga del túnel por debajo del Arco de Robinson, situado en el interior de las murallas del casco antiguo, y llegue al grandioso camino por el que caminaban los peregrinos judíos hace dos mil años.

El recorrido de 1,5 horas termina con una breve explicación del lugar y una invitación para volver a explorar otros emocionantes lugares en el interior de la Ciudad de David.