Experiencia en Marrakech: comida y visita al mercado de Djemaa El Fna con cena tradicional

Comience su odisea gastronómica marroquí en Djemaa El Fna a las 18.00 h mientras innumerables vendedores de comida empiezan a llenar esta alborotada plaza principal de Marrakech. Empápese del embriagante ambiente de este lugar declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO antes de seguir a su guía hacia las pequeñas calles laterales de la plaza para descubrir tiendas de comida y puestos que la mayoría de los turistas no conocen.
Pruebe distintas variedades de aceitunas, frutos secos y otros aperitivos marroquíes antes de dirigirse a un mercado de aves y ternera para ver a los lugareños regatear por la carne. El regateo es una forma de vida aquí y observar esta tradición le permitirá conocer más a fondo la cultura local.
A continuación, es el momento de visitar un mercado de especias y aprender cómo Marruecos se convirtió en un centro de comercio de especias. Maravíllese ante la multitud de colores y olores de especias como el azafrán, el cardamomo, el anís, el comino, el pimentón y la cúrcuma, y aprenda cómo se usan en el tajine marroquí y en otros platos.
Deje atrás esta maravillosa variedad de especias y diríjase hacia los zocos o mercados al aire libre para descubrir los diferentes panes tradicionales marroquíes, incluido el msemen frito y el beghrir tipo crepe. Atrévase a probar manjares marroquíes, como por ejemplo, pezuña de ternera, cabeza de cordero o ghoulal, una sopa de caracoles.
Por último, después de explorar la abundancia de alimentos apasionantes de los zocos y mercados de Marrakech, es hora de comer. Acomódese junto a sus compañeros amantes de la gastronomía en una cena tradicional marroquí en un restaurante en el corazón de Djemma El Fna mientras desciende su nivel de actividad diaria. Podrá disfrutar observando a la gente mientras se deleita con los sabores de la comida acompañado de vendedores ambulantes, adiestradores de monos y encantadores de serpientes.
Su recorrido gastronómico de 3,5 horas de Marruecos termina aquí, pero las vistas, los sabores y los olores únicos de Marrakech seguro que se quedan con usted.