Excursión de un día para grupos pequeños en autobús de lujo al castillo de Neuschwanstein y Linderhof desde Múnich

Le recogerán en el centro de Múnich por la mañana para su excursión de un día a dos joyas de los Alpes Bávaros: el castillo de Neuschwanstein y el palacio de Linderhof. En el trayecto panorámico por carretera de 1,5 horas, su experto guía le ofrecerá información sobre la historia y la importancia de la región de Baviera y sus atracciones. Su autobús de lujo dispone de cómodos asientos, ventanas panorámicas, Wi-Fi y aseo, lo que le garantizará el máximo confort durante el trayecto. Disfrute de una caja de tentempiés gratuita a bordo. También podrá comprar más bebida y aperitivos adicionales.
Su primera parada es el palacio de Linderhof, un pequeño palacio construido por el rey Luis II de Baviera. Aunque está inspirado en el Palacio de Versalles francés, el interior de Linderhof es más bien privado y humilde, como descubrirá en su visita guiada de 1 hora, pero si pone rumbo a los jardines de los alrededores, comprobará por qué están considerados entre los más bonitos del mundo, y combinan elementos del Barroco, del Renacimiento italiano y del estilo inglés.
Después de dejar Linderhof, se dirigirá a Oberammergau, donde dispondrá de unos 30 minutos de tiempo libre para pasear. Recorra las calles de este pintoresco pueblo y vea bellos ejemplos del arte tradicional del tallado en madera.
Siga adelante por la famosa ruta romántica hasta los pies del majestuoso castillo de Neuschwanstein. Antes de subir la colina para realizar la visita guiada del castillo, podrá disfrutar del almuerzo (no incluido en el precio) o ver el Puente de María (Marienbrücke), el mejor lugar para contemplar las vistas dignas de postal del castillo.
Neuschwanstein, el más famoso de los tres palacios reales construidos por el rey Luis II de Baviera, se asienta en una colina escarpada sobre el pueblo de Hohenschwangau. Realice una visita guiada del palacio neorrománico del siglo XIX para conocer su peculiar pasado: fue pensado como un refugio personal de este solitario y enloquecido rey, pero abrió sus puertas al público después de su muerte en 1886.
En la actualidad, Neuschwanstein es un icono arquitectónico; de hecho, inspiró la historia de la Bella Durmiente de Disney y se parece mucho al castillo de Disneyland.
Después de su recorrido por el castillo, podrá relajarse en el camino de vuelta a Múnich.